La población migrante denuncia que la barrera idiomática es un obstáculo para ser atendidos en centros sanitarios. Piden que, al menos en las líneas telefónicas del COVID-19, haya intérpretes.
“Tan importante es comprar mascarillas y respiradores como tener intérpretes en los hospitales”. Así de contundente es Youssoupha Sock, portavoz de la Asociación de Inmigrantes Senegaleses en España (AISE), que, en conversación con Newtral.es, señala que “muchos inmigrantes están desprotegidos”: “El Gobierno dice: ‘Este virus lo paramos unidos’. ¿Unidos quiénes? Si llamamos al teléfono del coronavirus, ni siquiera nos entienden”.
Sock denuncia no solo la falta de intérpretes en el ámbito sanitario, sino también en el resto de instituciones que deben hacer llegar la información en materia de prevención y derechos a toda la población: “De nuevo nos damos cuenta de que los inmigrantes, tengan documentos o sean indocumentados, somos los grandes olvidados. Sobre los ERTEs, sobre los alquileres, sobre las medidas de higiene… Todo eso no está llegando a muchos inmigrantes porque no hablan castellano”.
Nasima es de Bangladesh y vive en Madrid desde hace tres años. Cuenta que el otro día salió a comprar con su marido y la Policía les paró: “Me dijeron que no podíamos salir juntos. No entendía bien qué me estaban diciendo. Hablo español pero me cuesta. Me asusté. Yo no sabía que no podíamos salir juntos”.
Como Nasima, gran parte de la población migrante podría estar en mayor riesgo de contagio por la barrera idiomática y cultural, tal y como denuncian organizaciones que trabajan por los derechos de los inmigrantes.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2019), en España están censados cinco millones de extranjeros (casi un 11% de la población total). De ellos, el 76,4% procede de países no hispanohablantes
“La información que se está emitiendo desde que se decretó el estado de alarma no está llegando a mucha población migrante. Y el problema más grande que estamos encontrando es que muchos tienen síntomas y no saben bien que esos síntomas son del coronavirus. O llaman al teléfono del COVID-19 y no les entienden”, denuncia Nacho Peña, coordinador de Salud entre Culturas, una ONG que presta servicio de mediación cultural e interpretación en el Hospital Ramón y Cajal (Madrid).
Según explica Nacho Peña a Newtral.es, esta crisis evidencia “la exclusión de la población migrante”: “No están entendiendo la dimensión del problema ni el porqué de algunas decisiones. Ven que hay más presencia policial en las calles pero quizá no entienden bien el motivo. Esto puede disuadir a muchos migrantes en situación administrativa irregular de salir a comprar o de ir al hospital si se encuentran mal”-
Recursos oficiales solo en castellano
Con el asesoramiento sanitario de este hospital, Salud entre Culturas ha elaborado una guía dirigida a la población migrante: “Hemos preparado vídeos en diferentes idiomas porque aunque sí se han hecho algunos carteles desde el Ministerio, sabemos que muchos migrantes no saben leer. O no leen el francés normativo con el que se han hecho estos carteles”, explica el coordinador de la ONG.
La traducción e interpretación de la información más elemental —correcto lavado de manos o qué hacer si convives con alguien que está contagiado— está disponible en inglés, francés, bengalí, wolof y árabe gracias a esta ONG.
El Ministerio de Sanidad, por su parte, cuenta con la traducción al inglés, francés, chino, ruso y rumano pero solo en formato cartelería y no de toda la información. Por ejemplo, los vídeos de “Recomendación para personas mayores”, “Consejos para adolescentes” o “Limpieza en casa”, así como las explicaciones gráficas sobre los tests diagnósticos o sobre cómo afrontar el duelo están solo en castellano.
“Parte de la población migrante es analfabeta. Pueden manejar varios idiomas, pero solo de forma oral. Por tanto, intentar llegar a esta población a través de carteles demuestra que no conocen la realidad”, apunta a Newtral.es Nines Cejudo, portavoz de la Red Solidaria de Acogida.
Cejudo critica que “ni siquiera una campaña tan importante como la de recursos para mujeres víctimas de violencia machista está dirigida a mujeres migrantes”: “No hay ni carteles en otros idiomas. ¿Cómo acceden a esos recursos, a los que ellas también tienen derecho?”.
La abogada Ane Ormaetxe, que trabaja con población migrante, detecta una “importante dificultad” a la hora de acceder a ciertas ayudas: “Que existan no las hace accesibles, como estamos viendo con el tema del subsidio por ERTEs o con la moratoria de alquileres. La burocracia es compleja y si no hablas castellano o ni siquiera tienes acceso a internet para hacer los trámites de forma telemática, simplemente te quedas atrás”, señala Ormaetxe a Newtral.es.
La Red Solidaria de Acogida es una de las organizaciones que, junto a Valiente Bangla y Red Interlavapiés, ha lanzado la campaña “Intérpretes para sanar”. Bajo el lema “¿Cómo quieres que me cuide si quien me cuida no me entiende?” reclaman la presencia de intérpretes y mediadores culturales en el ámbito sanitario.
“Entendemos que no es operativo tener un equipo de mediación cultural e interpretación en cada centro de salud, pero qué menos que en los hospitales que son centros de referencia. No puede ser que sea un servicio sostenido por la labor de ONGs”, apunta Nacho Peña de Salud entre Culturas.
Esta ONG está detectando casos de población extranjera que se informa a través de los medios de comunicación de su país de origen: “Esto es un gran riesgo porque las pautas que se decretan en esos territorios pueden ser diferentes a las que ha implementado España”, alerta Nacho Peña. “Varias personas de Ucrania y Rusia nos han contactado para preguntar si es verdad que la vacuna de la viruela te hace inmune al coronavirus. Es información falsa que está circulando en esos países”, añade el coordinador de Salud entre Culturas.
Barrera idiomática y salud
La revista científica Health Affairs publicaba el pasado 2 de abril un análisis sobre la exposición al virus en poblaciones con barrera idiomática. En él, los investigadores señalan los “errores del pasado”: “Durante el brote de la gripe porcina H1N1, la población china con limitado conocimiento del inglés que vivía en King County (Washington) recibía menos información del sistema público de salud”. “En 2017, un trabajo más amplio confirmó lo que sospechábamos: las personas con un dominio limitado del inglés no reciben información sanitaria adecuada, lo que exacerba las desigualdades en la salud”, revela el análisis.
En el caso de Estados Unidos, apunta el informe de la revista Health Affairs, “la mayoría de los casos se han concentrado en California, Washington y Nueva York”: “Solo en California, se hablan más de 200 lenguas, y cerca de siete millones de personas se enfrentan a una barrera lingüística”.
A esto se une, señalan los investigadores, el hecho de que “la población con barrera lingüística podría tener mayor riesgo de contraer COVID-19” por los empleos que desempeñan, tales como servicio de limpieza o trabajo doméstico. Estas poblaciones, además, son más proclives a “vivir en condiciones de pobreza”, un factor relacionado con un mayor impacto de las pandemias al ser poblaciones que viven “hacinadas y con peores servicios de recogida de residuos y peores alcantarillados”.
También la Comisión Europea (CE), en un reciente comunicado, señalaba la importancia de “trasladar la información oficial a las diferentes lenguas habladas por las diferentes poblaciones de un país o región”. En este sentido, la CE recuerda que la vía para acceder a las poblaciones migrantes no es solo la institucional, sino que “los colectivos organizados de migrantes suelen ser quienes comparten esta información en sus comunidades de origen”.
El riesgo de usar a familiares como intérpretes
Trasladar la información a través de colectivos migrantes, como propone la CE, no debe confundirse con utilizar a familiares y vecinos como intérpretes. Pepa Torres, de la Red Interlavapiés, explica, en conversación con Newtral.es, que “la carga mental de estos traductores informales es insostenible”: “Hay familiares a los que llaman de madrugada desde los hospitales porque no entienden lo que el paciente dice”.
Torres denuncia “el riesgo que implica esta práctica”: “A la angustia que estas personas tienen por la situación, se suma la responsabilidad de traducir correctamente. Es una traducción que hacen sin tener conocimientos sanitarios pero con la sensación de que la vida de esa persona depende de que ellos traduzcan bien o mal”.
Nines Cejudo, de la Red Solidaria de Acogida, señala, además, que hay casos en que “la ambulancia viene a por un familiar y como no le entienden, piden que alguien les acompañe”: “Meterte en la ambulancia e ir a un hospital conlleva un alto riesgo de contagio”, añade.
Por eso, el senegalés Youssoupha Sock recuerda que “el sistema sanitario español no será el mejor del mundo hasta que no sea accesible a los inmigrantes”: “Solo se nos tienen en cuenta cuando quieren mano de obra mal remunerada”.
Enlace al artículo original: https://www.newtral.es/confinados-por-el-idioma-como-comunicar-las-precauciones-a-la-poblacion-migrante/20200411/