En lo que va de año 2013 han sido 18 los asesinatos por violencia de género.
Nos seguimos preguntando. ¿Qué es lo que ocurre?. ¿Por qué?
Hoy cuando se habla de violencia de género se suele reconocer que se trata de un problema estructural, con profundas raíces sociales y se presenta como la expresión más grave de la dominación de los hombres sobre las mujeres.
Actualmente puede decirse que disponemos de los instrumentos legales para combatir la violencia de género. Todo ciertamente mejorable y con posibilidades de uso acertado o desacertado. Los problemas fundamentales no están en la Ley , aunque algunos, como la consideración estrecha de lo que es violencia de género, sería muy conveniente corregirlos en la propia Ley.
Por ello afirmamos que, sin analizar y combatir a fondo los sistemas en los que se sustenta la dominación sobre las mujeres, no se puede avanzar realmente en la eliminación de esa violencia.
Pero las reflexiones y valoraciones que desde los poderes se hacen sobre la violencia de género se desvían en muy buena medida de lo fundamental, a la vez que se potencian políticas y se toleran situaciones, que generan bolsas de violencia de género importantísimas.
Una de esas formas, es reducir a lo individual las valoraciones sobre la violencia de género, en especial sobre los asesinatos de mujeres. Ante ellos se centra la atención en si la mujer asesinada había o no denunciado, si había o no orden de protección, se proporcionan sobre todo cifras y datos estadísticos de los observatorios oficiales sin entrar en el fondo del problema.
Cuando decimos que el problema de la violencia de género es colectivo, que nos afecta a todas las mujeres, ello es verdad. Esa violencia busca la intimidación del conjunto de las mujeres, incrementar el miedo a la libertad, ejemplificar lo que nos puede ocurrir a todas, …. Pero decimos también que la violencia de género se genera y regenera como una necesidad de los sistemas de dominación sobre las mujeres. Nada ocurre por casualidad.
En la actual situación de crisis económica, las medidas que se están adoptando, impuestas por los grandes poderes económicos, consistentes en recortes sociales, mayor precariedad y explotación laboral, y privatización acelerada de servicios públicos básicos, están marcando y agravando especialmente la vida de la mayoría de las mujeres.
Esas políticas económicas generan más violencia hacía las mujeres y precisan de más violencia para facilitar su implantación y abrirse camino con menos resistencias. Esto ha de estar presente al hacer balance sobre la violencia de género.
¿No creéis que el paro, el endeudamiento de las familias, y las políticas de encarecimiento brutal de la vivienda con los actuales desahucios por falta de pago generan violencia de género, por las tensiones interpersonales, y por el hacinamiento y malas condiciones de vida que provocan?.
¿No creéis que el consumo de prostitución o compra del cuerpo de la mujer, es una buenísima escuela de violencia de género y una mala educación en el respeto a las mujeres?.
¿No creéis que las políticas de inmigración hacen especialmente vulnerables a las mujeres inmigrantes y las coloca en situaciones de altísimo riesgo de ser sometidas a violencia de género?.
¿No creéis que la divulgación de la publicidad que utiliza como reclamo el cuerpo de las mujeres, estimula la violencia de género?.
¿No creéis que hay multitud de películas y series televisivas, que tienen un efecto nefasto sobre la violencia de género?.
Todas estas preguntas y otras que podríamos hacernos tienen respuesta afirmativa.
Con ésto no queremos decir que no haya responsabilidad por parte de los hombres en el mantenimiento de la violencia de género, claro que la hay.
En la opresión de las mujeres en general, y en la violencia de género en particular, los sistemas de dominación, el capitalista y el patriarcal, se necesitan, se apoyan, y se nutren mutuamente.
En la lucha contra la violencia de género hay que continuar el trabajo de ayuda a las mujeres a salir de las situaciones de violencia particulares que sufren, y en eso está nuestra Asociación. Pero ello es absolutamente insuficiente. Hay que llevar adelante un combate social colectivo por salir todas las mujeres de la situación de violencia que se ejerce sobre todas nosotras como premisa para mantener nuestra situación de subordinación y explotación.
Es necesario denunciar las políticas que están amparando o generando violencia de género, y seguir exigiendo que se juzgue y condene a quienes practican la violencia de género.
Por último, es fundamental que las mujeres reforcemos nuestras organizaciones y movimientos en esta carrera de fondo contra la violencia de género.
NO MAS ASESINATOS DE MUJERES
NOS SEGUIREMOS CONCENTRANDO LOS 25 DE CADA MES
Valladolid, 25 de Marzo de 2013
