¿Por qué molesta en tantos ámbitos de la sociedad que las mujeres sean libres, que se reconozcan sus méritos o se recupere su historia hasta el punto de llegar a ejercer la violencia contra ellas? Es más fácil comprenderlo si profundizamos en el origen del patriarcado, un contrato social que se remonta al antiguo Próximo Oriente, pero que sigue vigente y fue ratificado en momentos clave de la historia como la Revolución Francesa.
Se rige por unas reglas que vienen determinadas por los estereotipos de género que nos asignan desde que somos niñas y niños así como por los símbolos creados desde la filosofía, la religión o la ciencia para explicar la vida que se han ido asentando como verdades absolutas a lo largo de los siglos. «La negación a las mujeres de su propia historia, ha reforzado que acepten la ideología del patriarcado y ha minado el sentimiento de autoestima de cada mujer», señala Gerda Lerner en su libro ‘La creación del patriarcado’.
Lerner, historiadora estadounidense especializada en el siglo XIX, es una de las autoras claves en su análisis y explica en su libro de referencia cómo, desde Mesopotamia hasta nuestros días, los hombres han creado simbologías y normas transmitidas de generación en generación, mientras las mujeres quedaban «al margen de la civilización». De hecho sostiene que no es hasta el siglo XIX cuando las mujeres (y sólo algunas de ellas, pertenecientes a clases altas) empiezan a tener historia, pudiéndose considerar todo lo anterior como una prehistoria femenina.
«Conforme a estas construcciones simbólicas, fijadas en la filosofía griega, las teologías judeocristianas y la tradición jurídica sobre las que se levanta la civilización occidental, los hombres han explicado el mundo con sus propios términos. (…) Él es quien fabrica símbolos y explica el mundo y ella quien cuida de las necesidades físicas y vitales de él y sus hijos: el abismo que media entre ambos es enorme». (‘La creación del patriarcado’, de Gerda Lerner. Ediciones Crítica).
Como pieza clave en la transmisión de este sistema de ideas sitúa a Aristóteles, cuyo pensamiento ha tenido una enorme influencia en la construcción de la cultura de Occidente. El filósofo tomó las teorías de Platón y sus maestros de la Grecia clásica y las transmitió a Alejandro Magno y otros alumnos nobles, que las propagaron durante la expansión comercial y política de su imperio. Para Aristóteles, la mujer era inferior e incompleta por naturaleza, tenía la misma categoría social que un esclavo, y su principal virtud era estar callada. Su finalidad era reproducirse y cuidar a su marido.
Posteriormente, mediante guerras, conquistas, modelos de pensamiento religiosos, leyes, revoluciones, nuevos regímenes políticos y económicos (colonialismo, imperialismo, marxismo, capitalismo…) se ha afianzado e incluso reforzado este sistema de poder.
Definición de patriarcado
Etimológicamente, patriarcado procede del griego y significa «gobierno de los padres». El adjetivo patriarcal describe una estructura en la que los varones tienen poder sobre las mujeres.
Lerner define el patriarcado como «la manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y niños y niñas de la familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres en la sociedad en general«.
El patriarcado está presente tanto en el ámbito personal (roles educativos en casa, reparto de tareas, sexualidad,…) como en el colectivo ya que los puestos de poder en empresas, estructura política, instituciones religiosas, entidades culturales,.. siguen estando mayoritariamente en manos de hombres y sólo mediante reivindicaciones organizadas de las mujeres se han ido alcanzando pequeñas cotas de igualdad, como el voto o el acceso a la educación.
Se ha manifiestado de diferentes formas dependiendo de los países y las culturas. Por ejemplo, mediante la ocultación de la historia de las mujeres, la división sexual del trabajo, el control de las tierras y los medios de producción, la legislación de la reproducción o la imposición del matrimonio. Y ha dado lugar a movimientos de mujeres, desde las Blue Stockings de mediados del siglo XVIII en Gran Bretaña hasta las Gulabi Gang (en la foto), un grupo de mujeres de Uttar Pradesh, una de las zonas más pobres de La India, que se rebelan contra la violencia de maridos, padres y hermanos.
Origen del patriarcado
El patriarcado no se implantó de repente sino progresivamente entre el 3.100 y el 600 a.C. Se remonta al estado arcaico del antiguo Próximo Oriente, que surgió en el segundo milenio a.C. Siguiendo a Gerda Lerner, en sus orígenes está asociado al sexo, la reproducción y la guerra (formaban parte del botín cuando un pueblo era conquistado). Su unidad básica era la familia patriarcal, que generaba normas y valores.
La autora subraya que este sistema está directamente relacionado con los primeros papeles que les fueron asignados a las mujeres por su género, que fueron «ser intercambiadas en transacciones matrimoniales, en las que ellos eran los que hacían el intercambio y definían los términos» y el rol de la «esposa suplente» o concubina.
Para la estadounidense de origen austríaco, la sexualidad femenina se convierte así en una mercancía lo que supuso la primera apropiación de la propiedad privada y, por tanto, la sociedad patriarcal es previa a la sociedad de clases.
Sexualidad y reproducción son definidas también como principal base de la opresión femenina para Kate Millet y Shulamith Firestone, anteriores a Lerner y principales autoras del feminismo radical en Estados Unidos. En ‘La política sexual’, Millet señala que las relaciones sexuales son relaciones políticas mediante las cuáles los hombres ejercen su dominio sobre la mujer.
Ellas, al igual que otras grandes feministas como Virginia Woolf, Luce Irigaray, Olympe de Gouges o Julieta Paredes, han cuestionado el patriarcado al rebatir los mitos instaurados desde la literatura de Shakespeare o Flaubert; el psicoanálisis de Freud o Lacan; textos morales y ciudadanos como la Biblia o la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano; o la hegemonia occidental sobre África y Latinoamérica.
¿Se puede cambiar el patriarcado?
Al tratarse de un modelo que se sostiene en las contrucciones de género, el sistema patriarcal puede ser sustituido por uno más igualitario y justo.
Se trata de un sistema que se va amoldando a las diferentes etapas históricas, pero no viene determinado de forma biológica o en la naturaleza, y por tanto puede llegar a su fin. Implica cuestionar todo nuestro sistema actual de valores, tal y como ha hecho desde sus orígenes el feminismo, y entonces modificarlo o abolirlo. Sólo entonces podremos hablar de igualdad, libertad y hermanamiento.
Autoras imprescindibles para entender el patriarcado:
- Gerda Lerner. ‘La creación del patriarcado’ (primera parte de ‘Mujer e historia’ de 1986).
- Carol Pateman, ‘El contrato sexual’ (1988).
- Kate Millet, ‘La política sexual’ (1968), uno de los grandes tratados del feminismo radical.
- Rosa Cobo. ‘Fundamentos del Patriarcado Moderno’. Ediciones Cátedra. 1995.
(Fuente: ‘La creación del patriarcado’, de Gerda Lerner. 1986. Ediciones Crítica).