La sociedad que cree mucho sobre la violencia machista, pero no es cierto.

Nov 4, 2023 | Feminismo, General, Violencia

En la parte teórica les daría muy buena nota, porque es cierto que estas guías ahora existen y que muchos se han esforzado, aunque a veces temo que sea un esfuerzo por el bien de la galería. Otra cosa es la práctica. Hay medios de comunicación a los que les daría una nota, porque han hecho un mayor compromiso con la aplicación de la teoría, y otros siguen teniendo una mala valoración. Más allá del crudo titular, ante el que ahora reaccionamos, hay una forma mucho más sutil de manipular: desinformar. Ahí es donde entran los bulos. Por ejemplo, los bulos sobre violencia machista, que se cuelan mucho en las reuniones sociales. Cuando comencé a participar en tertulias de TVE me fui con un nudo en la garganta. A veces terminaba llorando, porque encontraba toda la mesa en mi contra. No entendieron mi discurso. Poco a poco el mensaje ha ido calando y en las tertulias y ya no nos ven tanto como el enemigo, pero en muchas situaciones lo he pasado muy mal, me he sentido incomprendido o que estaba ahí para llenar el cupo. .

¿Cuál es, en tu opinión, el engaño más dañino sobre el feminismo?

En la parte teórica les daría muy buena nota, porque es cierto que estas guías ahora existen y que muchos se han esforzado, aunque a veces temo que sea un esfuerzo por el bien de la galería. Otra cosa es la práctica. Hay medios de comunicación a los que les daría una nota, porque han hecho un mayor compromiso con la aplicación de la teoría, y otros siguen teniendo una mala valoración. Más allá del crudo titular, ante el que ahora reaccionamos, hay una forma mucho más sutil de manipular: desinformar. Ahí es donde entran los bulos. Por ejemplo, los bulos sobre violencia machista, que se cuelan mucho en las reuniones sociales. Cuando comencé a participar en tertulias de TVE me fui con un nudo en la garganta. A veces terminaba llorando, porque encontraba toda la mesa en mi contra. No entendieron mi discurso. Poco a poco el mensaje ha ido calando y en las tertulias y ya no nos ven tanto como el enemigo, pero en muchas situaciones lo he pasado muy mal, me he sentido incomprendido o que estaba ahí para llenar el cupo. .

¿Cuál es, en tu opinión, el engaño más dañino sobre el feminismo?

Creo que hay dos. Una es equiparar el feminismo con el machismo. Cuando escucho eso de “no soy ni machista ni feminista, defiendo la igualdad”, se me cae el corazón, porque pienso que todavía no entienden nada. Otra cosa que hace mucho daño es la negación de la violencia de género o el halo de sospecha. La idea de que hay muchas denuncias falsas, que las víctimas, sobre todo las que son madres, son unos gorrones que sólo quieren la custodia de sus hijos. Es algo que me hace hervir la sangre.

“Ojalá luchar contra la violencia machista fuera algo tan fácil como invertir más dinero. Sólo a través de políticas de igualdad se podrán evitar los asesinatos de mujeres”.

En los últimos meses hemos vivido un alarmante aumento de la violencia machista. ¿Cómo es posible que, en teoría, cada vez más conscientes, las cifras sigan aumentando?

Cuando analizamos las cifras de personas asesinadas tenemos que analizar cuántas han sido denunciadas y cuántas no. Si la mujer ha denunciado, es un fallo del sistema. Muchas veces vemos que las evaluaciones de riesgos no se han hecho de forma adecuada. No es sólo una cuestión de presupuesto. Ojalá luchar contra la violencia machista fuera algo tan fácil como invertir más dinero. Sólo a través de políticas de igualdad se pueden evitar los asesinatos de mujeres, y eso incluye sanidad, educación, servicios sociales… En atención primaria, por ejemplo, se detectan muchos casos de violencia de género. Si cuando piden cita la mujer tarda quince o veinte días en llegar a la consulta, ese es el tiempo que está en riesgo. El sistema de bienestar es el que permite localizar a las mujeres que sufren esta violencia, y quizás ni siquiera saben cómo verbalizarla, sin tener que esperar el momento del asesinato, cuando ya es demasiado tarde. La negación de la violencia machista antes estaba marginada, pero ahora cuenta con representación democrática en parlamentos y ayuntamientos, lo que ha complicado aún más la situación. Una mujer tarda en promedio hasta ocho años en denunciar. Si la persona a cargo de ella, el policía que la atiende, o las instituciones que deben ayudarla no tienen esa sensibilidad, es mucho más difícil. Por eso la desinformación y los bulos son tan peligrosos.

¿Qué impacto cree que tendrá la ley del sí significa sí, más allá de la polémica reducción de penas

A diferencia de las víctimas de violencia de género, las de violencia sexual no contaban con una ley con una visión integral que las protegiera. Cuando comencé a trabajar en esto se registraba una denuncia cada ocho o nueve horas, luego el tiempo bajó a seis, cinco y ahora estamos en las tres horas. Esta violencia sexual que no fue denunciada, y que supuso casi el 80% de los casos, empieza a salir a la luz pública. En ese sentido, el debate en torno a la ‘ley del sólo sí significa sí’ ha sido positivo, porque ha aumentado la conciencia, además de todo el desarrollo que hace, del papel que deben jugar las instituciones, los medios de comunicación, la policía. , etc. Es una ley muy transversal que, sin duda, ayudará a que las víctimas se sientan más apoyadas.

“Comienza a salir a la luz la violencia sexual que no fue denunciada y que representó casi el 80% de los casos”.

¿Cómo ha vivido el ‘caso Rubiales’?

Me parece que Rubiales ha seguido un patrón clásico: no ha querido que lo tachen de machista, pero todo lo que ha hecho y todo lo que ha dicho ha reforzado esa percepción. Si el día de la rueda de prensa hubiera dimitido o pedido un sincero perdón, estoy absolutamente convencido de que nada de lo que pasó después habría pasado. Intentar dañar la credibilidad de Jennifer Hermoso y acabar cayendo en un discurso negacionista, hablando de ‘falso feminismo’, ha acabado llevándola al precipicio. Pero él fue el único que se puso ahí. Es cierto que hace cinco años una gran parte de la sociedad no habría reaccionado como lo hizo, pero yo, que sigo de cerca el caso, estoy asistiendo a un resurgimiento de un negacionismo violento muy intenso. Lo que más me preocupa es la deriva que ha tomado Rubiales, intentando utilizar los medios para lavar su imagen. Es algo que también han hecho Carlos Navarro y otros hombres acusados ​​o incluso condenados por casos de violencia de género. Ha encontrado en el negacionismo su refugio ante un proceso de judicialización. Quiere ganarse el apoyo de la opinión pública y lo consigue uniéndose a este movimiento. El éxito de la estrategia depende de que los medios se presten al juego, pero él está siendo inteligente en este sentido. Se está posicionando allí para presentar esto como una guerra de sexos, lo cual no es así.

¿Qué te pareció la plantilla de jugadores de la Selección Nacional?

Muy bien, ha sido una manera de reivindicar su propia voz. Los jugadores no pedían que cayeran dos cabezas, pedían una reforma profunda e integral de toda la estructura y del sistema federativo. No querían cambiar simplemente a una persona por otra, aunque esa otra persona fuera una mujer, porque poner a una mujer al frente sin cambiar nada más es también una forma de instrumentalizarla.

“Rubiales ha encontrado su refugio en el negacionismo ante un proceso de judicialización. Quiere ganarse el apoyo de la opinión pública y lo consigue vinculándose a este movimiento”.

¿Cuándo se publica el último libro de tu trilogía sobre Federico García Lorca?

Hasta ahora siempre había hecho ensayos feministas. Una cosa que me quedó muy clara con todo lo que pasó con el programa de Rocío Carrasco es que la sociedad cree que sabe mucho de violencia machista, pero no es cierto, porque entonces un programa así no habría tenido la audiencia que tuvo. De la violencia de género vemos sólo la punta del iceberg, debajo hay mucho por descubrir y explicar. Sabía que había gente que nunca iba a acercarse a un ensayo feminista, por eso utilicé la obra de García Lorca para crear una trilogía que hablaba de la historia de las mujeres. Obviamente también me ocupo de la orientación sexual de Federico, es un discurso más transversal, pero mi objetivo es demostrar cómo lo que siguen sintiendo las víctimas es lo que innumerables mujeres han sentido antes. Hoy se juzga a las víctimas del mismo modo que se juzgaba a los personajes de García Lorca. Este mes sale el libro que cierra la trilogía, que también es un homenaje a las mujeres reales que acompañaron la vida de Federico.

 

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