Hoy será un día triste para la memoria colectiva de las mujeres. Y lo será porque este (des)Gobierno inicia los trámites legales pero injustos para devolvernos a las mujeres a un estado de permanente incapacidad plena para decidir sobre nuestro propio cuerpo y nuestra maternidad.
Nos van a impedir decidir sobre cuando, cómo y con quien queremos ser madres. Es terrible.
Pero además creo que Ruíz Gallardón, perversamente, ha elegido simbólicamente este día para llevarlo al Consejo de Ministros. Y me explico.
Hoy se cumplen cuarenta años de la muerte de Carrero Blanco, el que estaba llamado a suceder al dictador. Y además se cumplen también dos años de la llegada del PP al (des)gobierno actual.
No sé si el actual y nefasto para las mujeres, Ministro de Justicia, pretendía celebrar ambos eventos castigándonos a las mujeres, pero es lo que me temo, por su conocido talante misógino y reaccionario.
Claro que este ministro forma parte de un gobierno cada día más autoritario y esencialmente ultracatólico que pretende apropiarse de los cuerpos y la maternidad de las mujeres, tal cual se hace en las granjas de maternidad de ganado.
Al dejarnos a las mujeres sin posibilidad de elegir libremente sobre nuestra maternidad y sobre nuestro cuerpo, se nos niega la posibilidad de una vida plena y, sobre todo, libre.
Esa libertad y dignidad que se nos niega pretende devolvernos a etapas de nuestra reciente historia en la que se nos detenía por interrumpir nuestro embarazo.
Nos devuelve también a situaciones en donde encontrar la complicidad de profesionales que nos ayudaran y que tuvieran un compromiso claro con nuestro derecho a decidir, les podía llevar a la cárcel.
Tampoco podemos olvidar que se pretende, de nuevo hacer negocio, puesto que la objeción de conciencia de determinados profesionales de la sanidad pública a realizar este tipo de intervenciones en centros públicos, desaparece de inmediato cuando de sus clínicas particulares se trata y por cuyos servicios se pagan píngües cantidades por parte de las mujeres que se lo pueden permitir económicamente, condenando a las señoras sin recursos económicos a someterse a intervenciones poco seguras incluso para su propia vida.
( de teresamolla en Androcentrismo, Derechos de las mujeres, Derechos humanos, Juventud, Política, Religiones)