Cabrones, sin duda

Nov 4, 2013 | General

por Nuria Varela en 2013, Blog, Igualdad, Noviembre, Trata de mujeres con fines de explotación sexual, Violencia simbólica

El manifiesto de 343 cabrones es el título que le han puesto a un manifiesto que suscriben otros tantos varones franceses entre ellos el escritor Frédéric Beigbeder, el periodista Eric Zemmour, el dramaturgo Nicolas Bedos y el abogado de Dominique Strauss-Kahn, Richard Malka. El texto se publica en el número de noviembre de la revista Causeur como un apoyo a favor de que no se penalice la prostitución. El proyecto de ley del Gobierno de Hollande prevé multas de entre 1.500 y 3.000 euros y pretende acabar con las redes de tráfico de mujeres con fines de explotación sexual.

El lema que defienden en el manifiesto este grupo de “intelectuales” franceses es “No toques a mi puta”, y el derecho inalienable que revindican es, directamente, el de “ir de putas” sin que nadie les moleste. Una provocación por partida doble.

La primera porque se sirven del título del manifiesto de las 343 o manifiesto de las 343 salopes (guarras) que fue una declaración publicada el 5 de abril de 1971 en la revista francesa Le Nouvel Observateur y firmado por 343 francesas que se autoinculpaban de haber abortado, afirmaban haber tenido un aborto y que, consiguientemente, se exponían a ser sometidas a procedimientos penales que podían llegar hasta el ingreso en prisión.

El manifiesto, redactado por Simone de Beauvoir, comienzaba así:

«Un millón de mujeres abortan cada año en Francia.
Ellas lo hacen en condiciones peligrosas debido a la clandestinidad a la que son condenadas cuando esta operación,

practicada bajo control médico, es una de las más simples.
Se sume en el silencio a estos millones de mujeres.
Yo declaro que soy una de ellas. Declaro haber abortado.
Al igual que reclamamos el libre acceso a los medios anticonceptivos, reclamamos el aborto libre.»

Ahora, los cabrones manifiestan:

“Consideramos que cada uno tiene el derecho de vender libremente sus encantos e incluso de que le guste. Y rechazamos que los diputados dicten normas sobre nuestros deseos y nuestros placeres”.

En segundo lugar, porque también hacen referencia a la campaña internacional a favor de la inmigración llamada “No toques a mi colega”. (La mayor parte de las mujeres que ejercen la prostitución en Europa son mujeres prostituidas por las redes de tráfico de personas con fines de explotación sexual).

El documento ha levantado una considerable polémica, y la cólera del Gobierno de François Hollande. «Las 343 guarras pedían disponer de su cuerpo, los 343 cabrones piden disponer del cuerpo de los demás. No merece ningún otro comentario», fulminó la portavoz del Ejecutivo, Najat Vallaud-Belkacem y ministra de los Derechos de las mujeres. La alusión al célebre manifiesto escrito por Simone de Beauvoir y publicado por el semanario Nouvel Observateur hace 42 años revolvió las tripas de la portavoz. No fue la única.

«Está completamente fuera de contexto la referencia al manifiesto de las 343», reprochó Morgane Merteuil, portavoz del Sindicato del trabajo sexual. «Estos 343 firmantes no son en absoluto subversivos. Sabemos muy bien que la mayor parte utilizan los servicios de prostitutas, y siempre tendrán sus recursos», condena.

Por su parte, el movimiento de defensa de los derechos de las mujeres Osez Le Féminisme! emitió un comunicado con su claro apoyo al proyecto de ley. “El abolicionismo es actualmente la única política que permite luchar eficazmente contra el sistema que prostituye y de luchar contra la trata de mujeres”.

La militante feminista Anne Zelensky, que firmó el manifiesto de 1971, denunció un «malabarismo perverso, en el que la libertad es puesta al servicio de la defensa de una esclavitud». «Seamos serios, no es un placer abrir las piernas a la demanda, varias veces al día».

Al margen del debate sobre el abolicionismo, la argumentación y comentarios de los cabrones, evidencian que el nombre elegido es el adecuado y no dejan dudas sobre su concepto del cuerpo de las mujeres:

Así, el dramaturgo Nicolas Bedos —que firma el manifiesto— reaccionó a la polémica en Twitter escribiendo: “Querer abolir la prostitución me parece como querer abolir la lluvia”.

“Consideramos que cada uno tiene el derecho de vender libremente sus encantos, e incluso de amar eso. Y rechazamos que los diputados dicten normas sobre nuestros deseos y placeres”, añaden en el texto.

El proyecto de ley, que presentará el Partido Socialista y que apoya la oposición conservadora de la UMP, los centristas de la UDI y los comunistas, considera multas de 1.500 euros a los clientes, que se duplicarían en caso de reincidencia, y otras sanciones como “prácticas” en centros de ayuda a mujeres prostitutas.